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La Hipocalcemia: Modernos enfoques para viejos problemas
La hipocalcemia o fiebre de leche, es una de las enfermedades más comunes en el ganado lechero al inicio de la lactanción. Las medidas preventivas han sido ampliamente discutidas en el pasado, pero ¿qué es lo que realmente ayuda? ¿Qué nuevos conocimientos se han generado? ¿Se puede ordeñar a las vacas con hipocalcemia?
HIpocalcemia - Hechos y riesgos

¿Lo sabías?
... Una vaca necesita hasta 80 g de calcio por día después del parto
... Hasta el 50% de los animales de un rebaño puede presentar una hipocalcemia subclínica
... Especialmente las vacas en segunda o lactancias posteriores muestran una mayor incidencia de fiebre de leche
La fiebre de la leche se presenta debido al aumento de la demanda de calcio al inicio de la lactancia. Antes del parto, una vaca necesita alrededor de 18 g de calcio por día. Para la producción de calostro, sin embargo, se necesitan 50 g por día, y en el pico de la lactancia hasta 80 g por día. Esta cuadruplicación de las necesidades de calcio debe ser equilibrada por el metabolismo del animal. Cuando esto no sucede con la suficiente rapidez, o el calcio sólo está disponible en cantidades insuficientes, puede producirse una hipocalcemia.
Los animales muestran inicialmente una forma subclínica de fiebre de la leche, sin síntomas visibles. Si el nivel de calcio en la sangre continúa disminuyendo, esto puede llevar a una forma clínica de la enfermedad. Sin embargo, no todos los animales se ven afectados de la misma manera. Uno de los mayores factores de riesgo es el número de lactancias. Casi todos los casos de la fiebre de leche afectan a los animales en la segunda o subsiguiente lactancia. Una explicación de esto, es la mayor producción de leche en las vacas multíparas, que también conlleva al aumento en el requerimiento diario de calcio. Además, los animales más viejos muestran una menor sensibilidad a los mecanismos de regulación del calcio. Otro factor de riesgo es la condición corporal de los animales. Los animales sobrecondicionados muestran signos de hipocalcemia de manera frecuente a diferencia de los animales con una condición corporal óptima (BCS). Existen otros factores que también juegan un papel importante y pueden aumentar el riesgo en la formación de la fiebre de leche. Entre ellos se incluyen la alimentación y la formulación de la dieta, el manejo de las vacas secas y otras enfermedades que pueden ocurrir.
Consecuencias de la deficiencia de calcio
Los animales afectados por la fiebre clínica de la leche muestran síntomas visibles, tales como:
- Marcha temblorosa o rígida
- Miembros y orejas frías
- Reducción de la masticación
- Cambios en las conductas de Descanso, incapacidad para levantarse
Estos síntomas pueden explicarse debido a el importante papel del calcio en la transmisión de los estímulos en los músculos y los nervios. El sistema muscular ya no puede funcionar correctamente si el calcio es deficiente en el metabolismo. Esto da lugar a una parálisis flácida de los músculos afectados.
La hipocalcemia subclínica, no solamente conlleva a pérdidas económicas, si no también a aumentar el riesgo de desarrollar otras enfermedades, una vez que el nivel de calcio cae por debajo de un determinado umbral. En la figura 1 se muestra algunas enfermedades típicas que acompañan a la hipocalcemia subclínica.
La razón principal del aumento del riesgo de enfermedad es el cambio en el comportamiento general de los animales que resulta del deterioro muscular. Por ejemplo, una reducción del 25% en el nivel de calcio en la sangre puede llevar incluso, a un interrupción de la actividad ruminal. Esto reduce el suministro de nutrientes a los animales que ya están debilitados por el parto y aumenta su susceptibilidad a las enfermedades.
¡Más vale prevenir que curar! Cómo prevenir eficazmente la hipocalcemia

¿Lo sabías?
... Las medidas de prevención de la fiebre de leche pueden dividirse en tres categorías
... Diferentes fuentes de calcio ayudan en diferentes grados a la prevención de la fiebre de leche
... La solución óptima depende en gran medida de la situación específica de la granja
Además del tratamiento inmediato en los casos clínicos por parte de veterinarios experimentados, las estrategias preventivas adecuadas desempeñan un papel fundamental. Éstas pueden dividirse en tres categorías:
- Soluciones a largo plazo para todo el rebaño
Las soluciones de prevención a largo plazo tienen como objetivo principal ajustar la ración de alimento. Por ejemplo, limitando el contenido de calcio en la ración seca, se puede "entrenar" al metabolismo para que proporcione calcio y esté mejor preparado para el período de mayor demanda. Esto, sin embargo, requiere un conocimiento preciso de los ingredientes del alimento utilizado. Los niveles nativos de calcio en los alimentos comúnmente utilizados a menudo dificultan esta estrategia.
El uso de sales ácidas ha demostrado ser una estrategia exitosa. Esto causa una leve acidosis metabólica en el animal, que también entrena los mecanismos reguladores del calcio. La cantidad de sal utilizada debe ser estrictamente controlada. Debido a la mala palatabilidad, las cantidades excesivas de sal pueden provocar una reducción en la ingesta de alimentos. Al mismo tiempo, una disminución excesiva del valor del pH de la sangre tampoco es sensata desde el punto de vista nutricional. Esta estrategia puede ser controlada por el contenido de cationes y aniones en la ración y por el control del valor de pH en la orina de los animales. Este métoo permite una buena apreciación general del equilibrio catión-anión en el animal.
- Estrategias de a mediano plazo
A mediano plazo, se puede intentar aumentar la ingesta de alimentos lo más rápidamente posible después del parto. Esto mejorará el suministro de nutrientes de los animales. También se recomienda ajustar la condición corporal de los animales en el momento del parto. Una condición corporal entre 3,25 a 3,5 es el valor ideal. Ambas medidas tienen la ventaja de que pueden ser útiles en la prevención de otras enfermedades. Es importante señalar que estas son sólo estrategias de apoyo. Por sí solas, no pueden aliviar el problema de la hipocalcemia.
- Medidas a corto plazo específicas para los animales
Las soluciones a corto plazo ofrecen la más amplia gama de opciones. En las vacas clínicamente enfermas, la infusión de calcio es necesaria para cubrir rápidamente el déficit de calcio. El uso de una inyección de vitamina D3 también está una práctica bastante extendida. La vitamina D3 desempeña un papel esencial en el metabolismo del calcio y asegura una mayor absorción y movilización del mismo. Sin embargo, el momento y la cantidad a aplicar son factores clave. Si las inyecciones se administran demasiado pronto o demasiado tarde, el efecto se disipará. La administración entre 2 y 5 días antes del parto ha demostrado ser ideal. La cantidad también plantea un desafío, ya que si la cantidad llegara a ser demasiado baja, no se logrará el efecto deseado. Si es demasiado alta, existe el riesgo de generar una hipervitaminosis.
Como medida preventiva, se aconseja la administración oral de preparados de calcio. Estos productos actúan rápidamente y pueden asegurar una aplicación específica. Esto depende, sin embargo, de la cantidad de calcio administrado, el tipo de fuentes de calcio y el método de aplicación. Biochem ha llevado a cabo recientemente un estudio para examinar el efecto de diferentes fuentes comunes de calcio. La figura 2 muestra los resultados de este trabajo.
Está claro que las diferentes fuentes tienen diferentes efectos sobre el nivel de calcio sanguíneo. Esto significa que contribuyen de forma diferente a la prevención de la hipocalcemia subclínica. La combinación de varias formas de calcio en productos de calcio administrados por vía oral ha demostrado ser eficaz.
¿La fiebre de la leche es cosa del pasado? ¡De ninguna manera!
Aunque la fiebre de la leche ha sido muy discutida, sigue siendo una cuestión muy relevante y se agudizará cada vez más a medida que aumente el nivel de rendimiento de las vacas lecheras. Las circunstancias fisiopatológicas de la enfermedad y los problemas conexos se han aclarado en gran medida. Pero las correspondientes estrategias de prevención seguirán desarrollándose y mejorando.
En general, las diversas medidas de prevención deben ser adecuadas para la granja específica. Por ejemplo, no es posible ajustar y controlar la ración en detalle para cada granja. Al mismo tiempo, las estrategias individuales de los animales por sí solas pueden no ser la solución óptima para las grandes explotaciones. En muchos casos, los factores externos son imposibles de controlar o regular a corto plazo. Se recomienda una combinación de diferentes medidas, dependiendo de la gravedad del problema en la respectiva granja. El objetivo de cualquier profilaxis de la fiebre de la leche debe ser reducir la frecuencia y la gravedad de los casos. Es la única manera de asegurar que los animales se mantengan sanos y productivos. Esto también mejora la rentabilidad de las operaciones agrícolas.
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