5 factores de riesgo que favorecen las enfermedades respiratorias en los terneros
Las enfermedades respiratorias se consideran a nivel mundial como uno de los problemas más comunes en el ámbito de la cría de terneros. Junto con las enfermedades diarreicas, son una de las principales causas de las altas tasas de mortalidad. En Estados Unidos, entorno al 22 % de los terneros contraen, durante el periodo de amamantamiento, la enfermedad respiratoria bovina (ERB), que puede deberse a múltiples factores [1]. Esto quiere decir que existe una gran variedad de patógenos que puede provocar el brote de una ERB. Entre ellos se encuentran, por ejemplo, Pasteurella multocida, Mannheimia haemolytica, Histophilus somni y Mycoplasma bovis, pero también diversos virus. Los síntomas clínicos son muy variados, especialmente en las infecciones mixtas, donde participan diferentes patógenos. Síntomas como la secreción nasal, la tos, la fiebre y la falta de apetito, así como la fatiga física pueden manifestarse en diversos grados, desde subclínicos hasta otros más severos. Estos diferentes grados de gravedad de los síntomas impiden la detección temprana y eficaz de la enfermedad. Sin embargo, este aspecto es crucial, ya que un tratamiento tardío de los terneros a menudo da resultados insuficientes [1] y puede conducir a cambios crónicos en el tejido pulmonar.
¿Cuáles son las consecuencias de la ERB en la cría de terneros?
No solo aumenta la mortalidad, sino que los animales enfermos también presentan menores ganancias de peso diarias. Además, los terneros enfermos requieren cuidados intensivos que, a su vez, provocan un aumento del gasto de trabajo, además de los costes adicionales de la medicación. Por otro lado, pueden producirse consecuencias indirectas que solo se manifiestan en un momento posterior. Por ejemplo, las terneros que contraen ERB y requieren tratamiento tienen un mayor riesgo de abandonar el rebaño antes de la primera o segunda parición [2, 3]. Además, se observa una menor producción de leche durante la primera lactancia en las vacas lecheras que contrajeron la ERB durante la cría [2, 3]. Pero la ERB no solo afecta de manera importante a la cría de terneros en las explotaciones lácteas. También acrecienta los problemas en las explotaciones de engorde. Una vez que los terneros de pocas semanas llegan a una granja de engorde, se enfrentan a un amplio espectro de patógenos desconocidos. Además, el sistema inmunitario se sobrecarga debido al estrés previo causado por al transporte, el cambio de establo y la reagrupación. Las enfermedades respiratorias en los terneros para engorde se asocian a un menor aumento de peso. En caso de que se produzca un daño crónico en el tejido pulmonar después de haber superado la enfermedad, la capacidad de rendimiento posterior también se verá reducida, independientemente de si se trata de vacas lecheras o reses de engorde.
¿Qué costes pueden derivarse de las enfermedades respiratorias?
Los costes a corto plazo debidos a la ERB se estiman en 42,15 dólares por ternero [1], lo que corresponde a unos 37,60 euros según el tipo de cambio. Aquí se incluyen los costes del tratamiento (incluidos los antiinflamatorios, los gastos de trabajo) y los costes debidos a la reducción de las ganancias de peso diarias [1]. Es alarmante el hecho de que en el citado estudio, el 14,7 % de los terneros afectados por ERB, desarrollaron la misma enfermedad por segunda vez [1]. Y es difícil estimar los costes adicionales que pueden originarse debido a la reducción de la producción de leche en la futura primera lactancia.
Para evitar costes elevados y mantener la salud y el bienestar de los animales, es necesario detectar y minimizar los posibles factores de riesgo que favorecen las enfermedades respiratorias.
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- Inmunización pasiva insuficiente tras el nacimiento
- Estrés (cambio de alimentación, tratamiento, transporte, alta frecuencia de reagrupación, alto número de terneros por compartimento, nueva llegada de animales sin aislamiento/cuarentena, diarrea en las primeras semanas de vida)
- Alta presión patógena
- Factores ambientales/climáticos (alta humedad, períodos muy fríos o muy calurosos)
- Deficiencia de nutrientes (ya durante la gestación y/o después del nacimiento)
La identificación precoz de los terneros enfermos es importante para evitar la posterior propagación de la enfermedad y el deterioro del estado de los terneros, incluidas las posibles consecuencias mortales. Por lo tanto, los terneros deben someterse a una estrecha observación, especialmente durante los periodos de estrés o en caso de determinadas condiciones climáticas. Los primeros signos de una inminente ERB en los terneros son un menor deseo de actividad y una baja ingesta de alimento [4].
¿Qué estrategias nos ayudan a minimizar el riesgo de una enfermedad?
La gestión adecuada del calostro es importante para garantizar la transferencia de la inmunización pasiva. Si se suministra una cantidad insuficiente de calostro o un calostro de mala calidad, existe el riesgo de que los terneros no puedan hacer frente a diversos agentes patógenos o infecciones mixtas, o que estén peor preparados para hacerlo. Con ello aumenta el riesgo de contraer la ERB. Esto también podría explicar por qué los terneros que han mostrado previamente síntomas de diarrea tienen a su vez un mayor riesgo de contraer a su vez una forma de neumonía más adelante [5]. Las estrategias de vacunación, como la vacunación de las vacas reproductoras, pueden contribuir además a reducir las tasas de mortalidad asociadas a la ERB [6].
Los terneros que se transportan o reagrupan en las primeras semanas de vida no tienen un sistema inmunitario maduro y, en consecuencia, son susceptibles de contraer determinadas enfermedades. Este factor debe tenerse en cuenta y, por consiguiente, deben reducirse otros factores que puedan desencadenar el estrés. Al mismo tiempo, la presión patógena debe mantenerse al nivel más bajo posible. Especialmente en el engorde de terneros, es importante una buena ventilación con el fin de reducir la exposición al amoníaco. Los estudios demuestran que puede existir una vinculación entre una alta exposición al amoníaco y, por ejemplo, un mayor tratamiento antimicrobiano debido a enfermedades respiratorias [7]. El uso de agentes antimicrobianos también es a menudo necesario tras un diagnóstico de ERB. Por lo tanto, el objetivo debe ser reducir las enfermedades respiratorias en los terneros para así minimizar indirectamente la aplicación de medicamentos antimicrobianos. Una posibilidad, por ejemplo, es reducir el tamaño de los grupos y aislar temporalmente a los recién llegados para minimizar la presión patógena. Un nuevo concepto de «engorde de terneros al aire libre» ha demostrado que el tratamiento antimicrobiano y la mortalidad han podido reducirse tras optimizar los factores en el ámbito de la gestión el transporte, el agrupamiento y la vacunación [8].
Además, es fundamental aportar las necesidades nutricionales necesarias al ternero. La energía es necesaria, entre otras cosas, para la termorregulación, y la demanda de energía aumenta cuando las temperaturas ambientales son frías. Los terneros alimentados con hasta 3,7 litros de leche al día mostraron un mayor riesgo de mortalidad en un estudio de Dubrovsky et al. (2019) en contraste con los terneros alimentados con mayores volúmenes de leche [6]. Alimentar con mayores volúmenes de leche también puede ser rentable desde el punto de vista económico, ya que se reducen los costes directos que ocasiona la ERB [1].
¿Cómo podemos ayudar a los terneros en las fases en que son más susceptibles a las enfermedades respiratorias?
En primer lugar, debe reforzarse la capacidad de resistencia de los terneros para ayudarles a desarrollar un sistema inmunitario fuerte. Un factor importante es alimentar con una cantidad suficiente de calostro de excelente calidad. Existen otras fuentes de calostro, en forma de pastas o polvos, que pueden proporcionar un apoyo adicional. La diarrea debe prevenirse y, además de mejorarse la gestión (higiénica), los pro y prebióticos pueden favorecer el desarrollo de una microbiota intestinal fuerte y resistente. Los aceites esenciales contribuyen a la prevención de las enfermedades respiratorias y ayudan a aliviar los síntomas en caso de que estas se presenten. Esto es así, ya que los aceites esenciales pueden utilizarse para estimular el sistema inmunitario del ternero [9]. Además, varios aceites esenciales han mostrado efectos antimicrobianos contra ciertos patógenos en estudios in vitro [10]. El uso estratégico de aceites esenciales, combinado con una mejor gestión de los grupos, la alimentación y la higiene, es una forma natural y sostenible de aumentar el bienestar de los animales.
Figura 1: aceites esenciales y su influencia en el sistema inmunitario según Ballou et al. (2019)
Si está interesado en conocer cuál es la mejor manera de ayudar a los terneros en las etapas críticas con el fin de minimizar determinados factores de riesgo, póngase en contacto con nosotros.
- Dubrovsky, S., et al., Preweaning cost of bovine respiratory disease (BRD) and cost-benefit of implementation of preventative measures in calves on California dairies: The BRD 10K study. Journal of dairy science, 2020. 103(2): p. 1583-1597.
- Schaffer, A.P., et al., The association between calfhood bovine respiratory disease complex and subsequent departure from the herd, milk production, and reproduction in dairy cattle. Journal of the American Veterinary Medical Association, 2016. 248(10): p. 1157-1164.
- Buczinski, S., D. Achard, and E. Timsit, Effects of calfhood respiratory disease on health and performance of dairy cattle: A systematic review and meta-analysis. Journal of Dairy Science, 2021. 104(7): p. 8214-8227.
- Swartz, T., A. Findlay, and C. Petersson-Wolfe, Automated detection of behavioral changes from respiratory disease in pre-weaned calves. Journal of dairy science, 2017. 100(11): p. 9273-9278.
- Volkmann, N., Sanftleben, P., Kemper, N., Korrelation von Neugeborenen-Durchfall zu späteren Atemwegserkrankungen bei weiblichen Aufzuchtkälbern: Analyse anhand von Behandlungsdaten. Tierärztl. Umschau, 2015. 70.
- Dubrovsky, S., et al., Bovine respiratory disease (BRD) cause-specific and overall mortality in preweaned calves on California dairies: The BRD 10K study. Journal of Dairy Science, 2019. 102(8): p. 7320-7328.
- Schnyder, P., et al., Effects of management practices, animal transport and barn climate on animal health and antimicrobial use in Swiss veal calf operations. Preventive veterinary medicine, 2019. 167: p. 146-157.
- Becker, J., et al., Effects of the novel concept ‘outdoor veal calf’on antimicrobial use, mortality and weight gain in Switzerland. Preventive veterinary medicine, 2020. 176: p. 104907.
- Palhares Campolina, J., et al., Effects of a blend of essential oils in milk replacer on performance, rumen fermentation, blood parameters, and health scores of dairy heifers. PloS one, 2021. 16(3): p. e0231068.
- Ballou, M.A., E.M. Davis, and B.A. Kasl, Nutraceuticals: An alternative strategy for the use of antimicrobials. Veterinary Clinics: Food Animal Practice, 2019. 35(3): p. 507-534.