Lechones: ¿existen alternativas a las inyecciones de hierro?
Dado que el suministro natural de hierro a través de la leche materna no es suficiente para un desarrollo saludable del lechón, debe proporcionarse una suplementación adicional mediante un preparado de hierro adecuado. Los estudios demuestran que la carencia de hierro en los lechones provoca cambios muy drásticos. El hierro es importante para el transporte de oxígeno en la sangre y para la producción de energía. Además, este oligoelemento es un componente de importantes coenzimas de varios citocromos, que son responsables, por ejemplo, del transporte de electrones en la cadena respiratoria. En definitiva, el hierro es un elemento esencial para el organismo animal.
Aporte de hierro: ¿solo una cuestión de suerte?
En la naturaleza, los lechones recién nacidos absorben suficiente hierro simplemente excavando en la tierra. En la cría porcina convencional, es necesario aportar hierro para garantizar la vitalidad, la salud y el rendimiento. Existen varias causas de un aporte deficitario de hierro en los lechones. Al nacer, las reservas de hierro del lechón son bajas y por lo tanto, las requerimientos en hierro son enormemente elevados debido al rápido crecimiento de los lechones (Fig. 1), debido a que el hierro es necesario para la formación de la sangre. Al mismo tiempo, el aporte de hierro a través del calostro y posteriormente a través de la leche de cerda no resulta suficiente. Las necesidades de hierro de los lechones se muestran claramente en la tabla 1.
Tab.1: Balance aproximado de hierro en lechones (Honal, 2003)
El aporte de hierro no es una cuestión de suerte
La inyección de hierro entre el 3.er y el 5.º día de la vida es una aplicación acreditada para el aporte seguro de hierro a los lechones. Existen diferentes productos en el mercado y difieren en su composición en cuanto al tipo de compuesto de hierro y su contenido. También existen productos combinados que reducen la presión de los protozoos además de aportar hierro.
En definitiva, hay dos formas de aportar hierro al lechón:
- La inyección: en este caso, se utiliza una aguja para aplicar el hierro en cantidades suficientes por vía intramuscular o subcutánea, ya sea una vez o con una inyección de refuerzo posteriormente. La inyección crea una pequeña zona de punción, que también puede ser un portal de entrada para los patógenos. El hierro inyectado está disponible para el animal después de un tiempo, y la aplicación se ha demostrado ser segura y fiable. La inyección de hierro es un medicamento veterinario y, por lo general, lo dispone un veterinario.
- Aplicación oral: en este caso, el hierro se absorbe a través de la boca del lechón y, por tanto, a través del tracto gastrointestinal. Se trata básicamente de una ingesta voluntaria (por ejemplo, al hozar, mediante un pellet o un bebedero) o como una aplicación oral directa (controlable) (por medio de un drench o una pasta), administrada a mano directamente en la boca. Esta última es una aplicación segura, se toma en mano a cada lechón y el producto se aplica con seguridad.
Con ambas formas de aplicación del hierro, el lechón debe recibir adicionalmente suficiente hierro a través del pienso. Esto es así, ya que el aporte adecuado de hierro es especialmente importante durante el destete para favorecer el posterior rendimiento y la salud de los animales.
¿Por qué a las alternativas a la inyección de hierro?:
La aplicación de hierro por vía oral es muy similar a la absorción natural del hierro, ya que aquí se utilizan los mecanismos de regulación presentes en el intestino. El déficit de hierro al principio de la vida de los lechones puede ser elevado. El tamaño, el peso, la tasa de crecimiento y el estado de salud de los lechones recién nacidos varían, y el contenido de hierro de la leche materna también es variable. Esto da como resultado diferencias en la cantidad de hierro aportado no solo entre distintas camadas, sino también dentro de una misma camada. La aplicación oral puede utilizarse de forma individual para los animales más jóvenes, mientras que la inyección se recomienda en una fase posterior. Así, los déficits tempranos pueden compensarse directamente y garantizar un inicio de vida óptimo del animal.
La seguridad de la ingestión oral debe comprobarse siempre. Los errores de manipulación (por ejemplo, que la pasta no sea tragada correctamente) pueden producirse de la misma manera que con las inyecciones (perforación demasiado profunda o en el lugar equivocado), pero presentan muchos menos riesgos. Mientras que los productos de hierro orales solo deben administrarse bajo observación en casos de diarrea de los lechones (el riesgo de diarrea aumenta), el lugar de la inyección es un punto de entrada propicio para los patógenos, que además utilizan el hierro como nutriente. En muchos casos los productos orales se combinan con otros ingredientes, como vitaminas y probióticos, para proporcionar un efecto adicional.
Alternativas a la inyección de hierro: ¿Cuál ofrece seguridad?
La pregunta más frecuente es: ¿Puede la administración de hierro por vía oral sustituir a las inyecciones? Ya se han descrito diferentes métodos para garantizar un aporte adecuado. Además de los puntos que hemos mencionado anteriormente, hay que examinar más detenidamente el producto alternativo:
- Vía de aplicación (controlada, voluntaria)
- Dosificación y duración de la administración
- Fuente de hierro y su disponibilidad
Pero, ¿qué significa seguridad cuando se trata de la administración del hierro?
El hierro es necesario para la síntesis de la hemoglobina y, por tanto, para la formación de los glóbulos rojos, esenciales para el transporte de oxígeno y otras funciones vitales del organismo. En la bibliografía, el contenido de hemoglobina se define del siguiente modo:
- Un contenido de hemoglobina de > 8 g/dl se describe como normal *
- Los valores ≤ 8 g/dL se consideran anémicos *
- El contenido óptimo de hemoglobina en los cerdos es de 10-11 g/dl **
*Godyn et al 2016, **Honal 2003
El valor de hemoglobina puede utilizarse para definir un aporte óptimo. En la Fig. 2 se muestra una comparación de las diferentes administraciones de hierro por vía oral. Se evaluó la administración de una sola toma de pasta con Lactiferm® Fe (fumerato de hierro + probióticos + vitaminas) en combinación con una turba o pellet con contenido de hierro (hasta el destete). La combinación de Lactiferm® Fe con turba/pellet muestra, en contraste con la ingesta puramente voluntaria de un pellet, un valor de hemoglobina suficientemente cubierto, lo que demuestra un suministro óptimo para un lechón.
Hierro y probióticos: ¿una combinación útil?
Con la administración de hierro oral, se pueden combinar diferentes aditivos en un solo producto. Para que el hierro se absorba en el intestino, debe reducirse primero a hierro divalente (Fe2+). Por lo tanto, resulta práctico el uso directo de una fuente de hierro divalente. También hay diferencias en la biodisponibilidad, por ejemplo, el fumarato de hierro (II) es más biodisponible que el sulfato de hierro (II). En general, las fuentes orgánicas de hierro están más disponibles que las inorgánicas. La tasa de absorción del hierro aumenta:
- cuanto más joven sea el animal
- cuanto mayor sea la carencia de oligoelementos
La tasa de reabsorción puede mejorarse, por ejemplo, con vitamina C, cisteína, ácido clorhídrico y glutatión.
Las dosis elevadas de sulfato ferroso reducen el número de, por ejemplo, Lactobacillus y bifidobacterias en el intestino. Por otro lado, las mayores cantidades de sulfato ferroso aumentan el número de bacterias patógenas como la Escherichia coli y Salmonella typhimurium. Los probióticos suplementados pueden reducir la cantidad de patógenos. El nivel del hierro en el huésped también puede incrementarse mediante la administración de suplementos probióticos. La razón de la mejor absorción de hierro mediante un probiótico puede ser el ácido p-hidroxifeniláctico secretado por los lactobacilos, que reduce el Fe3+ a Fe2+ y hace que el hierro esté más disponible para el animal.
Conclusión
Para compensar el déficit de hierro en los lechones, se debe aportar hierro al animal mediante una inyección o una administración por vía oral. Ambos métodos ofrecen ventajas y desventajas que el usuario debe sopesar por sí mismo. La administración oral puede aportar hierro al lechón de forma tan adecuada como la inyección. Debe tenerse en cuenta la fuente de hierro, el contenido de hierro y la vía y duración de la aplicación. Para garantizar un aporte adecuado, es aconsejable comprobar el contenido de hemoglobina.
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