Un soplo de aire fresco: la lucha contra las enfermedades respiratorias porcinas.
Las enfermedades respiratorias siguen siendo un importante problema económico y sanitario en la industria porcina mundial. Las enfermedades respiratorias son comunes en los cerdos y pueden causar pérdidas económicas significativas debido a la reducción del crecimiento y de la eficiencia alimentaria y a los daños en el aparato respiratorio. La disfunción respiratoria afecta al bienestar de los animales y a menudo requiere un mayor uso de antibióticos.
El problema generalizado de las enfermedades respiratorias
Las enfermedades respiratorias pueden producirse en cualquier fase de la producción, pero su frecuencia y gravedad es mayor en los cerdos jóvenes (≤6 meses de edad), especialmente en sistemas de explotación intensiva con alta densidad animal y ventilación deficiente. De hecho, la enfermedad respiratoria porcina ha sido reconocida como una de las principales causas patógenas de mortalidad en los cerdos, con una tasa de mortalidad de aproximadamente el 47 % en los lechones en transición y del 75 % en los cerdos de engorde.1
Son varios los patógenos que pueden causar enfermedades respiratorias en los cerdos, incluidos virus, bacterias parásitos y hongos. A menudo, el sistema respiratorio se infecta por más de un patógeno, dando lugar a una enfermedad compleja y grave. Además, en la incidencia de las enfermedades respiratorias en los cerdos influyen muchos factores, como el ambiente, la granja y los animales.
Los estudios sobre las asociaciones entre las enfermedades respiratorias y la granja han demostrado que las características del alojamiento, como la ventilación natural y la falta de desinfección, pueden aumentar el riesgo de enfermedades respiratorias. Las temperaturas extremas, la humedad y la calidad del aire pueden hacer que los cerdos sean más propensos a la infección. Los cambios bruscos de temperatura pueden provocar estrés térmico e inflamación en el sistema respiratorio de los cerdos, predisponiéndoles a la infección. Además, el cambio de los patrones climáticos puede alterar la distribución y transmisión de patógenos respiratorios y vectores.
La edad, la genética, el estado de salud y la inmunidad de los cerdos pueden influir en su resistencia o sensibilidad a las enfermedades respiratorias. Las enfermedades subyacentes o deficiencias nutricionales pueden comprometer la inmunidad de los cerdos y provocarles un mayor riesgo. Con respecto a los lechones jóvenes y su inmunidad pasiva inmadura tras el nacimiento, podemos decir que la salud y el estado inmunitario de la cerda y la calidad del calostro, el tiempo y la cantidad de la ingesta desempeñan un papel importante en la susceptibilidad a las enfermedades respiratorias. Los cerdos con deficiencias nutricionales subyacentes también pueden tener una inmunidad deteriorada y un mayor riesgo de enfermedades respiratorias.
Sibilancias y estornudos
Los síntomas de la enfermedad respiratoria en los cerdos varían en función del tipo, la gravedad y la duración de la infección y pueden manifestarse a través de signos clínicos evidentes y la mortalidad, o pueden ser subclínicos, con efectos adversos que solo se manifiestan por un bajo rendimiento. Estudios anteriores han examinado la relación entre la enfermedad respiratoria y el rendimiento productivo y han descubierto que una mayor prevalencia de la enfermedad respiratoria está asociada a peores indicadores de rendimiento en la granja, como la mortalidad, el peso muerto, la grasa dorsal y el peso de la canal.
Uno de los retos a la hora de detectar enfermedades respiratorias en los cerdos es que los síntomas suelen ser sutiles o inespecíficos. Los cerdos pueden mostrar signos de tos, estornudos, rinorrea, respiración dificultosa, disminución del apetito o letargo. Sin embargo, estos signos pueden estar causados por otros factores, como el estrés, las condiciones ambientales, los parásitos o las deficiencias nutricionales. Otro desafío es que los signos evidentes, como la tos y los estornudos, pueden no aparecer hasta que la enfermedad ha alcanzado una fase grave.
La gravedad y el impacto económico de las enfermedades respiratorias están relacionados con la densidad animal y con el tipo y el tamaño del rebaño. Aunque la mortalidad suele ser baja, sí se derivan pérdidas económicas del efecto negativo y desigual en la tasa de crecimiento, la reducción de la eficiencia alimentaria y los costes de tratamiento adicionales. Las enfermedades respiratorias pueden afectar negativamente a los índices de producción, como la ganancia de peso media diaria y el peso en canal. Además, la extensión del periodo de engorde se traduce en una mayor proporción de cerdos de menor peso en el momento del sacrificio.
Soluciones de
La bioseguridad en las granjas es la primera línea de defensa para prevenir la introducción y propagación de agentes infecciosos entre los cerdos. Este paso fundamental incluye medidas como la cuarentena, el aislamiento, la desinfección, la vacunación y las pruebas, y pone los cimientos para conservar un rebaño sano y libre de enfermedades. La vigilancia periódica para identificar a los cerdos enfermos y proporcionarles un tratamiento a tiempo y eficaz también desempeña un papel fundamental en el mantenimiento de la salud general de una explotación porcina.
Proporcionar a los cerdos una nutrición adecuada es esencial e incluye el suministro de alimentos que satisfagan las necesidades nutricionales de los cerdos en las distintas fases de producción y que estén libres de contaminantes. Una afirmación fundamental para una salud y un rendimiento óptimos: un cerdo bien alimentado está mejor preparado para resistir las enfermedades y alcanzar todo su potencial productivo.
El entorno en el que viven los cerdos puede afectar drásticamente a su bienestar. Una gestión medioambiental eficiente incluye proporcionar espacio, ventilación, temperatura, humedad, iluminación y lecho adecuados. Proporcionar un confort óptimo al tiempo que se mantiene la higiene puede reducir de forma significativa el estrés y el riesgo de propagación de enfermedades entre los cerdos.
Aceite de menta, aceite de eucalipto y mentol: una combinación ganadora
Los aceites esenciales se utilizan desde hace siglos y son bien conocidos por sus propiedades antimicrobianas, antiinflamatorias y estimulantes del sistema inmunitario. Estos compuestos naturales pueden proporcionar alivio en cuanto a la salud respiratoria. BronchoVest contiene una mezcla cuidadosamente formulada de aceites de menta y eucalipto, además de mentol, que proporciona una ayuda específica a la salud respiratoria de los cerdos.
Figura 1: la administración de BronchoVest puede tener los siguientes efectos beneficiosos.
El aceite de eucalipto ayuda a mejorar la función pulmonar. Restablece la actividad natural del epitelio respiratorio y elimina la mucosidad de los bronquios. El principal componente del eucalipto – el 1,8-cineol – puede absorberse por inhalación y a través del tracto gastrointestinal y presenta una eficaz actividad antimicrobiana contra una amplia gama de patógenos.
El aceite natural de menta actúa como broncodilatador, lo que reduce la producción de mucosidad y aumenta el flujo de aire a los pulmones. El aceite de menta también puede aliviar el dolor y el estrés y mejorar la respiración de los cerdos afectados. Los cristales de mentol de Mentha piperita tienen efectos extraordinarios. El mentol se une a los receptores sensoriales que se activan con las bajas temperaturas y que tienen expresión en los pulmones y otros órganos. En la piel, esta activación tiene un efecto refrescante, pero en los receptores nasales, tiene un efecto que facilita la respiración y reduce la hinchazón y en general la irritación de las mucosas.
Respirar tranquilamente con BronchoVest
Con su alto contenido en aceites esenciales activos – incluido el eucaliptol activo (1,8-cineol) – BronchoVest ha demostrado in vitro tener actividad antimicrobiana frente a varios patógenos. BronchoVest es una formulación de base acuosa, lo que significa que no contiene alcohol y no deja residuos grasos. Por tanto, BronchoVest es apto para su uso en agua potable.
No deje que las enfermedades respiratorias le sorprendan: BronchoVest proporciona un método natural y no invasivo para garantizar que sus cerdos respiren tranquilos.
1Pirolo M, Espinosa-Gongora C, Bogaert D, Guardabassi L. The porcine respiratory microbiome: recent insights and future challenges. Animal Microbiome. 2021;3(1).